Quiero agradecerle muchísimo a Adriana por ser mi apoyo constante mientras trabajaba en superar mi dependencia emocional. Durante mucho tiempo, me sentí atrapada en relaciones que no me estaban haciendo bien, pero gracias a la terapia, finalmente empecé a ver la luz al final del túnel.

Adriana me introdujo a la autocompasión y al análisis de mi conducta, dos herramientas que me ayudaron a entender mejor mis patrones de comportamiento y a ser más compasiva conmigo misma. Aprendí a identificar mis pensamientos y acciones que contribuían a mi dependencia emocional y a cambiarlos poco a poco.

Cada sesión con Adriana fue un paso más hacia mi autodescubrimiento y crecimiento personal. Su apoyo y comprensión me dieron la fuerza y la confianza que necesitaba para enfrentar mis desafíos.

Gracias a Adriana y a su enfoque en la autocompasión y el análisis de mi conducta, estoy dejando atrás mi dependencia emocional y me siento más segura y empoderada. Si estás pasando por algo similar, te recomiendo que hables con ella. Estoy muy agradecida por todo lo que ha hecho por mí.

Helena 28 años

Mi experiencia con Adriana en terapia ha sido verdaderamente transformadora. Antes de comenzar nuestro trabajo juntas, luchaba constantemente con la ansiedad, sintiéndome atrapada en un ciclo interminable de preocupación y temor. Sin embargo, gracias al enfoque compasivo y experto de Adriana, he aprendido a gestionar mi ansiedad de una manera que nunca creí posible.

Adriana me introdujo a los 6 procesos de la ACT y me guió a través de ellos con habilidad y empatía. A medida que explorábamos juntas cada proceso, comencé a ver cambios significativos en la forma en que enfrentaba mis pensamientos y emociones. Aprendí a aceptar la ambigüedad de la vida y a comprometerme con mis valores más profundos, lo que me permitió liberarme del control que la ansiedad tenía sobre mí.

Julia 38 años

Quiero expresar mi profunda gratitud hacia Adriana por su apoyo incondicional durante un período tan desafiante en mi vida. Después de una separación difícil, me encontré atrapada en un ciclo interminable de pensamientos y emociones dolorosas. Sin embargo, gracias a la terapia trabajando la defusión y aceptación, comencé a encontrar una sensación de libertad y claridad que nunca creí posible.

Adriana me enseñó la poderosa técnica de la defusión, que consiste en observar mis pensamientos y emociones desde una perspectiva diferente. En lugar de estar atrapada en ellos, aprendí a separarme y a verlos como eventos transitorios en mi mente. Esta práctica me permitió desvincularme de mis pensamientos negativos y encontrar una sensación de paz interior.

MARIA 30 años